31 diciembre 2007

En la Cidade MA RA VI LHO SA: São Sebastião do Rio de Janeiro 20

Ipanema: Los fines de semana llegar temprano!

Todas las mañanas el inamovible programa es caminar hasta el mar de Ipanema y encarar la ardua tarea de recorrer las páginas del venerable ‘O Globo’, lectura diaria para informarse y elegir las actividades del día! La playa a la mañana semi desierta, al menos entre semana, cuando es programa reservado para quienes estamos de vacaciones.

Luego, saborear un Matte Leao, un té frío con un chorro de limonada, vendido por unos personajes que caminan la playa cargando unos barrilitos llenos del esencial liquido y gritando ‘Ma-chi, Maaaa Chiiiii’.

Hacia el fin de la mañana, un partidito de Frisco-ball -juego con raquetas y pelotita- el ejercicio perfecto para abrir el apetito.

A eso de las once y media volver al hotel, darse una duchita y ya limpios y cambiados salir para un almuerzo liviano seguido de la sagrada siesta, merecido reposo para los esfuerzos de la mañana.

Luego del sueño reparador viene la actividad fuerte. Un día ir al Cristo Redentor, otro a un festival de Yemanjá en Copacabana o sencillamente al shopping o de compras por la calle.

A la tarde vuelta a la playa, que se va llenando de gente. Ipanema IN CRE I BLE.

Los cariocas han enloquecido con los tatuajes. Han perdido el control. Los hombres lucen principalmente criaturas con alas y diseños celtas. Estos pueden ocupar un hombro o toda la espalda. Las mujeres prefieren tatuarse flores, especialmente rosas, que se dejan entrever emitiendo su perfume desde los rincones más insólitos de la minúscula bikini.

A la tarde en la playa, el tema es entrar al mar y esquivar las olas que suben altas y quiebran cerquísima de la arena. No queda claro si la gente es la que juega con el mar o son las olas del mar las que juegan con la gente.

La playa es nuestra oficina y el lugar donde recibir amigos. Entre paréntesis saludos de Marcelo que por supuesto lo vimos, aunque dudo que él lo recuerde pues estaba cubierto de caipirinha por dentro y por fuera.


Ipanema y el atardecer


A medida que se acerca el atardecer y el sol baja al encuentro del mar, cuando el Morro Dois Irmaos y más atrás el de la Gavea se encienden en tonos rojos, es hora de tomar unas Caipovodkas preparadas en una carpita de la playa. Luego el correspondiente ritual de aplaudir cuando el sol entra, y partir a cambiarse para la actividad nocturna en Ipanema, Copacabana o Lapa.

Eso si, de ida a la actividad nocturna una parada en un Boteco es de RI-GOR donde masticar algún ‘petisco’ engordante, beber un chopp helado y entregarse a una charla sin compromiso.

Podría vivir cien vidas esta vida todos los días y los que dicen que algún día te aburrís no tienen idea de lo que dicen!


Un día vamos al obligatorio programa de subir hasta el Cristo.
‘Bienvenido hijo de oxum y jemanja’ Me sorprende el taxista que nos lleva hasta Cosme Velho, un personaje que habló desde que subimos hasta que nos deja en la estación del trencito que nos lleva a la cúspide del Corcovado y a visitar el Cristo, o como dice el gringo, el Kristaps Redentor.

La vista desde el Corcovado un espectáculo que nunca deja de asombrar. La belleza de Rio de Janeiro de São Sebastião, donde predomina el azul en cielo, en el mar, y hasta en el verde de la selva... sin mencionar en las sungas de Ipanema! Y hoy que el Cristo ha sido electo una de las siete maravillas del mundo moderno han instalado ascensor y escaleras mecánicas que te llevan hasta arribita... así que mamá, la próxima vez no tenés excusas.

La vista desde el Corcovado: El Pao de Acucar


Otro día vamos a la fiesta de Yemanja en Copacabana.
Te recibe una estatua de la Diosa, hecha de arena y de dos metros de alto. Su corona, joyas y vestidos están cubiertos de conchas marinas.
Yemanja en Copacabana



También hay lo que parece ser una carroza, decorada con ramas verdes y flores blancas, y en el centro otra figura de Yemanja, esta con corona de estrellas de mar y vestido azul y plata. Luego entenderíamos que es una balsa.

Cuando llegamos a la playa, bajo una carpa conducen un ritual donde una tercera imagen de Yemanjá recibe un baño de champagne al som de los atabaques y al canto de ‘Ieee-manja! Ieee-manja! Ieee-manja!’’. Palomas blancas circulan entre la multitud, sujetas por los Pai de Santo, personajes vestidos de blanco ataviados a la africana. Y la gente a los miles, todos vestidos de blanco intentan tocar las palomas. Y los ojos de Kristaps han duplicado su diámetro.

Y le explico que lo que importa es que los Orixás estén en sus lugares sagrados para que puedan influenciar las almas y conducta de la gente, para el equilibrio cósmico. Pero no me escucha, está en transe, hipnotizado por lo que ve o siente. Y los ojos le siguen creciendo.

En la arena las ofrendas y regalos para la reina del mar y sus sirenas. Velas encendidas, dulces blancos, frutas, cigarros, cerveza y copas de cidra. Ante las instrucciones de una sacerdotisa las ofrendas son subidas a balsas que se adentran al mar con la multitud siguiendo entre las olas. Pescadores en sus botes acompañan la procesión de su santa matrona.



Yemanaja y sus ofrendas

Volvemos al hotel en silencio, no sea que los comentarios quiebren la magia del momento.

Caminamos por Nossa Senhora de Copacabana en medio del caos típico del cobro del aguinaldo. La calle hierve de gente que viene y va y puestitos callejeros. En anticipación al año nuevo que se aproxima las vitrinas solo exhiben prendas blancas... y algunas amarillas.

Un único día no vamos a la playa y recorremos el centro.
Vamos en Metro, una experiencia totalmente Parisina… otra vida. Gente que curte otra onda. El aire acondicionado, es definitivamente el invento que permite a los latinos vivir a temperatura europea y probablemente es el que más nos ha permitido avanzar... les parece que en Brasil o Paraguay o tantas otras geografías, podría existir cualquier tipo de productividad intelectual sin el adelanto del Aire Acondicionado? Sería Miami la meca económica de América Latina (O fue!) si por estar en territorio americano no estuviera totalmente aire-acondicionada? Créanme que NO!


Pero retornando al centro de Río... nos encontramos con mi amigo Vinicius frente al Teatro Nacional -un joyita del Art Noveau. Caminamos hasta la Catedral de São Sebastião do Rio de Janeiro. De ahí hasta la pielgallinezca iglesia de San Francisco da Penitencia donde su Cristo con tres pares de alas te erizan las venas pituitarias... NUN CA vi un Cristo como este. En que estaba pensando el artista? Que fumó el cura que encomendó la escultura? Es un ángulo umbandista que incorpora alas de palomas para sacrificios? Mil preguntas te atacan en lluvia meteoritica, sin embargo, el cristo alado angelical es como se le presentó Jesús a San Francisco cuando le imprimió las señales de la crucifixión. Con tres pares de alas! Mientras contemplás en éxtasis esta iglesia barroca te preguntás cuanto habrá costado esto?. La capilla te hace sentir minúsculo, insignificante, inexistente, cucarachido... lo cual habrá desde luego sido el objetivo.

Caminamos hasta el Paco Imperial, edificio que nunca deja de sorprenderme por su poca pompa y cruzamos la Travessa do Comercio. Continuamos hasta San Benito, la Iglesia de los esclavos y acabamos en la Confitería Colombo salida del túnel del tiempo. A GO TA DOS... pero felizes. (muy muy mucho!)

Actividades de la noche hubieron muchas, pero creo que la favorita fue la de Lapa, arriesgo a decir que casi mejor a la de año nuevo.
Esta vez, y con la intención de que Kristaps experimentara la mayor cantidad de medios de transporte fuimos en bus. Una experiencia totalmente montaña-rusesca. Eso si, te permite apreciar la arquitectura de cada barrio de Rio de Janeiro donde predomina la arquitectura Funcionalista. Como no la protegen más? Son kilómetros y kilómetros... la mayor concentración nunca vista de edificios de este estilo. Una muralla increíble, especialmente en Copacabana. Tan impresionado quedó Kristaps con el funcionalismo Carioca que al día siguiente me hizo volver al área circundante al Copacabana Plaza para peinar el barrio buscando edificios.

En fin, nos bajamos del bus mareados, y ante la divertida mirada del pueblo local. Fue la única vez en todo el viaje que vi a Kristaps empujar y saltar y asegurarse que se bajaba y solo le faltó besar la vereda. Cruzamos caminando por debajo de los Arcos de Lapa, que en realidad son el Acueducto Carioca, obra cúspide de la ingeniería del siglo XVII que surtió de agua las fuentes del Rio Colonial Portugués.

Lo que están haciendo para reganar Lapa como zona de farra es increíble. Hay lugares como Carioca da Gema ya iconográficos de la ciudad. Los edificios hermosos. El Art Noveau Brasilero refleja la mezcla de etnias de su población, incorpora elementos barrocos y tiene una exhuberancia de Carnaval.

Esta noche vamos a Estrela da Lapa, un local relativamente nuevo donde una banda lanza su ultimo disco. Súper fashion. Re buena onda. A hora dudosa, y en condiciones lamentables volvemos a cruzar bajo el acueducto en a dirección opuesta en medio de prostitutas y música en la calle. Todo el mundo intoxicantemente loco...

Viajar con Kristaps y explicarle el A-B-C de la cultura local es un descubrimiento para él, pero a veces para mí mismo. Él experimenta un viaje de características similares a Marco Polo en la China del siglo XIII. Todo le es extraño y exótico, hasta lo más simple! Y nos enfrascamos en discusiones interminables y ridículamente filosóficas... cada vez que no le gusta algo le recuerdo que al menos en parte Latinoamérica es lo que es, gracias o por culpa de los Europeos.

‘Imagináte si los Europeos llegaban a América Latina 500 años más tarde, o sea hoy, y no cuando llegaron. Hubieran encontrado otra cultura... rascacielos aztecas con tecnología Guarani? O pensemos como sería Europa hoy sin ese descubrimiento.
O si hubieran sido los Chinos y nos los Europeos quienes descubrían América’.

Y así las tardes pasan lenta pero inexorablemente!

Es como decir que durante las vacaciones pienso más, aunque hago menos... pero en la locura del ritmo laboral de allá no pienso mucho aunque hago más... será que refleja la diferencia cultural entre nosotros y los europeos?

Finalmente llega el tan anunciado 31 de Diciembre.
Se esperan 2 millones de personas en la playa. Desde temprano hay despliegue de los cinco mil policías que participan de la seguridad en Copacabana e Ipanema.

En Ipanema la fiesta de los DJs es desde las cuatro de la tarde. La gente enloquece y las Skol nos rodean estupidamente geladas! Las cervecitas dos reales cada una! Se nota la fuerza del real... que caro me resulta todo!

Esperando el Nuevo Año en Ipanema

Desde las seis de a tarde se interrumpe el acceso de vehículos a Copacabana.

En el mar de Copacabana ocho balsas enormes preparan los fuegos artificiales

Diez cruceros están aparcados frente a la playa. A medida que atardece sus luces brillan sobre la bahía cual carrozas de escola de samba. El ambiente es de carnaval.
Y los comentarios de la gente.
‘Cual será el crucero de Roberto Carlos?’ ‘Te imaginás la farra arriba?’ ‘Me encantaría hacer un crucero, con mi madre. El único problema es que ella odia el mar, pero si no le digo que estamos en el mar, en el crucero no se da cuenta. Que decís?’

La gente llega masivamente. El nivel de la animación sube y sube más. Todo el mundo de riguroso blanco Imperial. Las mujeres curten el año nuevo en tangas invisibles o escotes de vértigo total. La calle arde. El escenario principal donde producen la música lanza luces hacia todos lados. La medianoche llega demasiado muy pronto y el cielo ES TA LLA en colores... con un show de fuegos artificiales espectacular, uno de los Año Nuevos más alabados del planeta!

19 diciembre 2007

Entre el Ecuador y el Trópico.

Meterse al mar: SOLO para los mas valientes!

El viaje Madrid-Sao Paulo de intensa turbulencia. Aterrizamos en Brasil rodeados de densas nubes y llovizna, típico Sao Paulo en año nuevo. La gente aplaude, llora y samba con gritos de ‘Chegamos no Brasil!’. Se siente la adrenalina de quienes desembarcan en suelo patrio.

Niños vestidos de gnomos o renos y hasta uno disfrazado de regalo y escondido adentro de una bolsa roja tipo Santa desembarcan y van al encuentro de abuelos que esperan ansiosos del otro lado de aduanas.

Nos quedan cuatro horas más de espera Guarulhos y otras tres horas y media de vuelo rumbo a Recife.

Cuando aterrizamos en Recife, la Venezia brasilera, lo primero que le llama la atención a Kristaps es el tamaño de la ciudad -Son casi cuatro millones de habitantes en el área metropolitana. Lo segundo el calor es al salir del aeropuerto y enfrentar el primer encuentro con el sol, a medio día y con 35 grados bajo la línea ecuatorial.

Al llegar al hotel la medida es embadurnarse de bloqueador y salir a dar una vuelta tratando de no parece turista. La marea está baja y el arrecife que da su nombre a la ciudad es la visible columna vertebral que acompaña la costa, es una fortificación que la rodea. Olas pequeñas avanzan sobre el mar, sin poder cruzar la muralla de piedra. Entre el arrecife y la arena se forman piscinas naturales de agua poco profunda y la gente chapotea feliz. En la vereda carteles advierten en Portugués e Inglés de los peligrosos tiburones que azotan estas playas...

A la noche la marea sube y el agua llega hasta la avenida Boa Viagem, las olas salpicando a los peatones que caminan a la beira mar.

El Brasil de Kristaps.

La culpa fue del clima y la negativa de él a prender el aire acondicionado.

Los síntomas no paran de aparecer. Tiene fiebre y vómitos.... El primer día con diarrea y al día siguiente estreñido... se niega al aire acondicionado y vuela de fiebre. Los dos primeros días transcurren con el gringo en cama y con la fiebre oscilando entre 38 y 39 grados! – Conste que según Kristaps no fue en su peor momento que le tomé la temperatura!

Convoco medico, macumba y antibióticos -No le digan que le estoy dando antibióticos que me mata!. Mientras practico la noble profesión de enfermero pienso que de aquí a mi canonización no hay ya mucho que recorrer!

Kristaps en la estratosfera, delirando, cree que está en África. El medico, al que llamo de mañana, tarde y noche cree que Kristaps es hipocondríaco y que yo sufro de locura neurótica – y el personal del hotel ya no cree ni deja de creer nada!

‘No será dengue doctor?’ Pregunto ante tan demoníaco cuadro. Al parecer, al pobre le cayo mal el cambio de temperatura, una reacción no incomún en los gringos que naufragan en estas costas. Recién al tercer día come con apetito tímido.... en resumen aun no ama Brasil.

El Brasil de Ber es de atracones compulsivos. Todo al mismo tiempo. Desayuno tapioca o arroz com leche?. Inmediatamente que Kristaps resucitó nos aventuramos al cálido mundo exterior de espejismos y asfaltos derretido. Lo más cerca del ecuador que el pobre letón ha estado. Partimos a la playa donde no me alcanza la boca para tomar agua de Coco.. o mejor...caipiroscas? o será que una batida de morango con amplia vodka y leche condensada?

Almuerzo con siesta y a la tarde una caminata por la beira mar, repartiendo ‘Bom días’ y ‘Boa tardes’ a diestra y siniestra como el más nordestino de los locales.. y luego sentándonos en la arena de la playa y pidiendo una cervejinha Skol... terminada la primera levantar nomás tu dedo indicando que puede arribar la siguiente cerveza y culminar esta experiencia indescifrable, indescriptible e inolvidable con una porción de frango passarinho... o picanha... o aipim com queixo o todo junto!

A la noche, lucir mi camisa roja con fueguitos, y partir a algún lugar de onda... y tomar más caipiroscas?

Al cuarto día nos encontramos con mis amigos Osair y Fabio y nos llevan a Porto de Galinhas, playa a unas dos horas de Recife. Mi panza y yo, después de años en el viejo continente, lucimos una blanca y aduraznada piel europea que brilla ante el astro rey y refleja cual espejo al sol. Pero en comparación a Kristaps que luce un enfermizo amarillo verduzco sigo siendo moreno! Los minutos al sol decorren y la temperatura de la piel sube lentamente. Siento que la película de protector que me recubre cobra vida y se resbala por mi cuerpo. Los cachetes -de la cara- aparentemente mi superficie más sensible, son los primeros en reaccionar. Los hombros son los segundos. A los pocos minutos la nariz me empieza a sudar. Gordas gotas de sudor recorren espalda abajo y cuando estoy por colapsar llega la fria Skol a alivianarme la pesada carga. Y el viento sopla cálido. Dios debe ser Brasilero.

Porto de Galhinas está en Ipojucara, local de la batalla decisiva entre el movimiento revolucionario Pernambucano y las fuerzas del emperador Joao VI en el siglo XIX. Digo yo que por eso la farra nocturna en este lugar es tan violenta.

El día siguiente, o al otro, ya no sé... como que perdí la cuenta de los días, partimos de Recife dejando su mar verde y el arrecife de roca.
Salimos en auto con Fabinho y Osair rumbo a Maceio, a unos 300km al sur. Vamos sin apuro y la primera parada es en un paraíso que se llaman Maragogi. Mientras caminamos rumbo al verde mar cruzo los dedos para que el Letón no se me derrita.

Navidad con luna llena. Sale la luna en Maceio, una especie de amanecer inverso. Un Alunecer. Alucinante. Sale roja, efecto de los volcanes extintos de Marte que hoy en ella se reflejan. Una luna llena GI GAN TE. Los cerros e islas se esfuman a la distancia bajo la luz rosa del atardecer. Las luces de los edificios se encienden de a una.
Y el brillo de la luna se esparce sobre el mar como solo he visto en el nordeste, será la proximidad al ecuador?

‘Nunca vi una luna salir así´ atina a decir Kristaps boquiabierto.

Los días en Maceio son pocos pero intensos. Mis amigos Fabio y Osair son recordistas de las noches de farra, candidatos a campeones mundiales en el consumo de cervecitas, y largo aliento de las horas en la playa. Y están decididos a que el Nordeste sea el Brasil preferido de Kristaps. No paramos un minuto. No acabamos de llegar a la Praia de Gunga que ya es hora de salir rumbo Praia do Frances. Además estos chicos tienen refuerzos. Silvio que es profesor de educación física y ya conocido de innumeros carnavales, Alex de profesión hijo y Ricardo que es medico nos acompañan a todas partes.

La ganadora: Praia do Frances

No por estar en el confín del universo dejamos de escuchar las noticias del asesinato de Benazir Bhutto en Pakistan y los disturbios en Kenia. Y en un plano más local y menos atroz el robo del Picasso y del Portiani del Museo de Arte de Sao Paulo!

Y como dijo el Papa: Ko Navidad Arape Che Maitei Ame´e Peeme.

18 diciembre 2007

Rumbo: Brasil!

Primera parada: Recife, Pernambuco

Empecemos por el principio, o sea por el amanecer del 18 de Diciembre, día de Nuestra Señora de la Expectativa, que no puede ser un día más propicio para el esperado viaje a Brasil.

Amanezco haciendo mi valija, actividad siempre relegada para ultima hora. Kristaps parte trabajar con un reverendo dolor de cabeza ya que anoche fue su fiesta de fin de año de French Conection. Luz, la multiuso y leal asistente, aparece para todas las diligencias de ultimo minuto. Ya se imaginan la desesperación, tipo... ‘llevar traje, abrigo y cortinas a la tintorería’ ‘Cortarse el cabello’ ‘vaciar la heladera’ ‘Dejarle la llave al fontanero que vendrá arreglar el baño’ y etc.. etc... Por supuesto, todo antes de salir al aeropuerto. Y no sería de extrañar que deje las cortinas para que las corten en la peluquería y que me aparezca en la tintorería para que me almidonen el cabello!

Y el drama de dramas: que va a comer la Gaviota mientras estamos ausentes? - No sé si ya les conté: tenemos una Gaviota adoptiva que todos los días se presenta a desayunar. (Continuará a la vuelta!)

Heathrow 4 pm. Llegamos al aeropuerto a los apurones, sólo para encontrar el vuelo de Iberia cancelado.

En la pequeña y congestionada sala de embarque, un personaje misterioso y pálido, con pinta de vampiro va y viene, viene y va. Ojeroso, camina de manos cruzadas mientras revuelve sus pulgares. Un viejo mira el infinito con el mentón apoyado en su bastón y una mujer de cabello lacio y ojos saltones toma helado junto a una niña aburrida de coletas sujetas por moños gigantes. De fondo la conversación exaltada de los españoles y el movimiento de brazos que enfatiza los argumentos. Hay gente que juega con los botones de su teléfono celular. Dos pelados de barba que podrían ser mellizos rellenan crucigramas en periódicos gemelos. La mujer del cabello lacio frunce el ceño y el vampiro se rastrilla la larga melena con los dedos. Un aburrimiento total.

El letargo de la espera se interrumpe cuando cuatro horas más tarde (CUATRO!) anuncian el embarque y los pasajeros salen (SALIMOS!) cual estampida.

En el vuelo nos torturan con unos villancicos navideños SIN-PA-RAR. Un cantito me quedó impreso en el cerebro y dice ’ya vienen los reyes magos, cargaditos de juguetes, etc... etc..’ Si en sólo dos horas de escuchar el mismo disco casi me vuelvo loco, me imagino como debe estar la tripulación que a saber cuanto hace que lo escuchan.

Aterrizamos en Madrid. El semi nuevo aeropuerto de Barajas es totalmente Stanley Kubric, Odisea 2001. Nos llevan en bus a tomar la conexión a Sao Paulo. Vamos por un túnel de concreto que parece continuar kilómetros. Nos dejan en un hall gigante y aparentemente desierto. En una esquina una docena de musulmanes completa el ambiente de templo. Rezan sobre sus alfombras de bolsillo desplegadas para el rezo de la noche, repitiendo genuflexiones con dirección a la Meca. Una puerta de vidrio se abre con sonido neumático de película espacial y la voz metálica del parlante nos dice que avancemos.

Con una Rubia en el avión. Llegamos a la puerta de embarque para enterarnos una vez más que el vuelo está atrasado tres horas!

‘Cuanto pesa el animal?’ Pregunta en español la funcionaria de Iberia a una altísima rubia muy curvilínea. Se refiere a un perro que la rubia tiene en un bolsón.

‘NO ES UN ANIMAL!... Es mi puchi’ Dice ofendida y con voz ronca la pasajera, en Italiano.

‘Pero... cuanto pesa?’

‘Un Kilo!’ Dice la rubia sin convicción. Queridos lectores: DE FI NI TI VA MEN TE... no puede pesar un kilo, es casi un ternero, debe pesar al menos diez.

‘Disculpe, pero el animal..’ inicia la personaje de Iberia...

‘PU-CHI’ Interrumpe la rubia, tempestosa y con movimento de melena.

‘...parece pesar bastante más de un kilo..’ continua inmutable la española. Y etcétera, etcétera, arranca una discusión, que evidentemente tiene que ver con el peso máximo de un bicho de estos para viajar en cabina y/o gratis.
Los cuatrocientos pasajeros fingimos desinterés, pero nadie se pierde una palabra de este jugoso capitulo de esta apasionante novela. Además no hay NA DA más que hacer.
Una segunda mirada disimulada a Puchi me confirma que debe pesar AL MENOS quince kilos. Luce pañales caninos y mini-blusa rosada. El cabello, digamos pelaje de Puchi, es I DEN TI CA MEN TE del mismo rubio que el de la rubia –Se teñirán juntos?
Kristaps me hace un gesto discretísimo, indicando el tamaño de los pechos de la rubia... DES CO MU NA LES. Coronados por pezones que parecen tornillos a punto de perforarle la mini blusa. Shorts minúsculos completan el ajuar. La miro bien. Algo no cuadra.

‘No es una nena’
Le susurro a Kristaps.

‘Como?’ no me entendió o no capta.

‘Que no es mujer. Esa rubia es un rubio’ digo con autoridad, aunque en voz baja.

‘Mentiraaaa’ dice Kristaps sin sacarle los ojos de encima a la bomba oxigenada.

‘De verdad!! Fotoshop, que le dicen’ Insisto.

‘No puede ser’ Pero siento en su voz que ya me cree. O al menos duda de lo que ve.

Escrutinio a los demás pasajeros. Una señora de esas que se visten como monjas la mira de brazos cruzados y mirada seria, cejas fruncidas, como tratando de decidir que es lo que no le convence de la rubia. Unos chicos que viajan juntos acompañan enterados y divertidos. Un nene que quiere jugar con Puchi recibe un estirón de ‘Vení para acá’ de la madre. Mi mirada se encuentra con la de un octogenario señor de alucinante bigote blanco que evidentemente viaja solo y quiere compartir el tema con alguien. Me mira muerto de risa, como diciendo. ‘Es así mi hijo, es así mismo!’

Abordamos y pasa una hora sin movernos. ‘Esperamos pasajeros de conexión’ anuncian por los parlantes. Otra hora más y nada del despegue. ‘Esperamos catering’ anuncian después. Y siguen los reyes magos a full musicalizando la función. Los niños lloran. Ajeno al caos que impera, Puchi y la rubia continúan el centro de atención y ya íntimos de todos los pasajeros. Claudette, o así parece que se llama él, o sea ella, cuenta en portugués a la atenta audiencia que tiene un Show, que es casada y que vive en Italia.

‘Que dice? Que dijo?’ pregunta Kristaps cada vez que los que la rodean estallan en carcajadas. A medida que voy traduciendo no puedo evitar reírme también. Es demasiado personaje Claudette.
Casi a la media noche, despegamos. Se siente el avión lento y haragán, como que despega porque no le queda otra. Inmediatamente empieza una turbulencia de aquellas. Los niños se callan. Y los reyes magos también.

Mi ultimo pensamiento antes de caer fulminado por el sueño es que lo importante es llegar a Brasil, y definitivamente no en cuantas partes toca doblarse para viajar hasta allá.

15 diciembre 2007

Londres en diciembre: Amanecer polar sobre el Padre Tamesis

8 am de oscuridad tenebrosa. Me despierto en la más negra oscuridad y el más crudo frío de un inolvidable sábado invernal. La vida en las tinieblas! No les puedo explicar el frío que se nota que hace afuera.

Me visto apropiadamente, siempre leal al dicho de ‘el frío no existe para quien se viste adecuadamente’. Calzoncillos largos, remera térmica, medias de lana hasta las rodillas, camisa de invierno, jeans, botas, sweter, campera de neopreno, guantes de cuero, bufanda y gorro de esquiar! HA! Quiero ver cuanto frío puede hacer. Eso si,.. al tratar de atarme los cordones me doy cuenta que apenas me puedo mover.

El programa: patinaje sobre hielo en Kew Garden. En la calle a esta hora de la mañana, nadie. Nos toca esquivar los vestigios de la noche de anoche que al parecer estuvo dura para borrachos y abstemios.

Con Kristaps tomamos el underground a Richmond, finamente instalados con nuestro ejemplar de ‘The Guardian’. El under-ground en algún momento se tranforma en above-ground y pasamos unas estaciones totalmente insólitas: Ravenscourt Park, Gunneisbury, Turnham Green. Finalmente el tren cruza un Támesis de gente que rema, y cuando llegamos a Kew Gardens no apenas me levanto del asiento de tantos niveles de ropa que traigo encimados.

No me puedo poner los patines. Me siento como el ‘Pavo de siete niveles’... la sensación de las navidades de este año. No lo van a creer, el Pavo de Siete Niveles es un invento de marketing. Por la módica suma de £600 -SEIS CIEN TAS LI BRAS!- podes tener tu pavo propio, de siete niveles! Según la publicidad es suficiente para una cena para cien personas. Es un pavo gigante, que adentro trae un pavo mas pequeño, y así por delante, el ave trae dentro de si seis aves, totalizando siete, una adentro de otra, tipo muñeca rusa. Todas deshuesadas. O sea, te comes la de más afuera y te queda otra adentro, nuevecita para empezar de nuevo! Me parece HO RREN DO! No quiero ni saber como se hace, ni de que se hace.. pero ya dicen que para el año que viene el Pavo de siete niveles, tendrá más niveles, dado el record de ventas de este año!

Pero volviendo a los patines y a MIS siete niveles de ropa... no me puedo ni agachar... y lo de ponerme los patines se convierte en un capitulo a lo Charlie Chaplin!... hasta que me enderezo y partimos a la pista de patinaje rodeados de otoño y NIÑOS que gritan! Un villancico multi-único se repite en el parlante y de fondo la pagoda china construida en el siglo XVII se eleva increíble con sus diez pisos rodeada de los árboles centenarios de Kew Garden. La Pagoda es parte de un grupo de los pocos edificios construidos para complementar los exóticos jardines, pero es el único original que siguen en pie.

Las botas de patinar un poquitito incomodas pero NO ME CAI! NO ME CAI! -Que era lo que Kristaps esperaba!!!!! Al salir de la pista siento los pies como si me los hubieran martillado. Los dedos cual racimo de uvas secas! Un placer ponerme de nuevo mis propios zapatos y estirar los dedos.

Recorremos el parque entre pavos reales que se deben sentir pingüinos y Faisanes que pastan apacibles. Nos sorprenden unos pájaros de rarísimos colores brillantes que están en época de cortejo. De fondo, del otro lado del casi seco Támesis de marea baja, un castillo con un bruto león tallado en piedra...


El lago casi congelado está sonorizado por sus gansos y dentro del invernadero tropical la temperatura es saunesca! Dentro de la gigante estructura de vidrio hace tanto calor que te movés en cámara lenta en medio de palmeras de tamaño natural. El sudor te recorre la piel y se mete por dentro de cada una de las siete capas de pavo relleno que llevas puestas. Salimos del invernadero a la fuente de los leones chinos, que rodeada de las estatuas representando a las bestias de la reina y de dos torres Italianas, es totalmente Alicia en el País de las Maravillas.. El frío Ártico.

Volvemos de Kew a Covent Garden, un jardín muy diferente donde las bestias son los borrachos que a tan solo las dos de la tarde ya se abrazan a las columnas y en el correo la cola de gente que tiene que enviar tarjetas de navidad da vuelta la manzana!

Etiqueta Británica: Mandar tarjetas de Navidad y Año Nuevo es un MUST! Deben ser de las tradicionales de papel, impresas, en sobres, con estampillas! Nada de mensajitos o tarjetas electrónicas o lo que fuera.

En Long Acre la gente compra DE SES PE RA DA! Mujeres de cabellos rubios, azabaches y pelirrojo ensortijados se equilibran sobre flamantes zapatos de charol, leopardo o plateados. El frío te raspa la piel. Los edificios se prenden y apagan con las luces navideñas y las vitrinas son burbujas de luz que atraen a los compradores cual insectos a la luz. SLURP! Cual batracio goloso espera la tienda detrás de la luz. CLINK CLINK CAJA.... como gasta esta gente!

Misericordia divina cuando finalmente llego a casa y me puedo quitar el primer, segundo, y etc... nivel de ropa hasta llegar al calzoncillo largo de lana que me estaba estrangulando partes privadas inmencionables en esta publicación de tono familiar!

Ya en el calor del hogar dulce hogar, vino y música brasilera, para ir entrando en RIT-CH-MO!
El sol cada vez menos presente en el balcón y en la ciudad. Pienso que aunque las horas de luz se acortan un poco cada día... a mi los días cada vez me son más largos y no veo la hora de irme a Brasil!

10 diciembre 2007

Practicando la carcajada macabra antes de abordar el tren fantasma!



Maravillas de Estación con Liliana y Kristaps.
El sábado a las cuatro de la tarde salimos a caminar en medio de un bello atardecer que rápidamente se convierte en noche invernal de frío siberiano.

‘Estamos en el Norte de Europa’ Nos recuerda Kristaps a cada rato, cual reloj Cu-cu.

No puede existir en la galaxia una ciudad tan preparada para las compras navideñas como Londres. Ni en la cúspide del consumismo norteamericano he visto algo similar.

En Carnaby Street guirnaldas descomunales en colores metálicos cuelgan de los edificios, cruzando la calle. Pinos crecen de las paredes y luces hacen que los colores de los edificios cambien cual arbolito poseído. La tienda Diesel ha sido totalmente pintada de rojo. La gente compra a los empujones, con apuro en la cara, como si no hubiera mañana!

Llegamos a Regent Street y la encontramos convertida en PE A TO NAL! Millones de humanos han salido a hacer sus compras. Santo Hormiguero Batman! Y las luces navideñas titilan en todos los escaparates. Rutilan en todas las paredes. Doblamos sobre Oxford Street, que también está peatonal... los semáforos continúan funcionando en las calles sin autos, sumándose a la burbuja intermitente. Y la gente carga paquetes y arrastra valijas con rueditas donde van metiendo las compras.

Una comunidad Hare Krishna pasa cantando su mantra, elevando nuestra conciencia al más superior estado y cubriéndonos con el amor puro de Dios, esgrimiendo panderetas y pidiéndote que te les unas. Turistas y locales, propios y ajenos, capturan el momento con cámaras, teléfonos y ipods y los flashes nos rodean: Son demasiadas luces para que tu cerebro las absorba.

Nadando en la marea humana llegamos a Jonh Lewis, donde nos encontramos la tienda cubierta de unos pinos de cinco pisos de altura hechos de luces azules diminutas. Múltiples maquinas de nieve te dan la ilusión que estás en medio de una blanca navidad. Una banda anima la función en la vereda produciendo clásicos del Fox Trot y la gente enloquece y baila, y compra que te compra como Juana la Cubana!

En South Molton street unos ángeles supernaturales en forma de gigantes esculturas de luces, anuncian a la humanidad que no dejes de comprar hoy lo que podrías comprar mañana! Hechos de miles de foquitos blancos, se yerguen a ambos lados de la peatonal cual estatuas egipcias en avenida de algún mausoleo.

El Underground no da abasto. En Bond Street han cerrado las rejas de acceso a la estación en un intento de administrar la cantidad de gente que quiere ingresar. Y la gente se amasa contra la puerta. Donde está el civismo británico y la ordenada cola? La gente furiosa... le sale espuma por la boca y quiere entrar a la estación a lo que de lugar! Esto de vivir conmutando en el transporte publico será la más alta expresión del desarrollo social e industrial, pero te acaba transformando en un animal!
En la esquina de Oxford y Duke algo BI ZA RRO. (Bizarrisimo!) Un grupo protesta en contra de los pesebre porque son sexistas! ‘Que porque el niño Dios es varón? Porque el papel no puede ser desempeñado por una niña...? Donde está la igualdad de oportunidades, y la diversidad...’ En fin, locura total, sobretodo que no he visto NINGUN pesebre en kilómetros a la redonda!

En las vidrieras de Selfridges la nieve que rodea a los desquiciados maniquíes es de plumas blancas y las vitrinas han enloquecido. Alucinante la muestra donde una manada de maniquíes todos femeninos rodean un Mini-Cooper en escenas orgiásticas, y cada centímetro de superficie está cubierto de lentejuelas.

Agotados de la masa humana, continuamos a Marble Arch, donde esperamos encontrar un mercado navideño en Hyde Park, para saciar el hambre y la sed.

En el Mercado Navideño Alemán. En el parque el frío es de pelar. Por supuesto el mercado es del otro lado del parque, a unos quinientos metros y toca cruzar a campo traviesa desde Marble Arch hasta Hyde park! Que mala puntería! Siempre salimos en el lado equivocado del parque, para cualquier evento... Y QUE FRIO!

Llegamos a la feria navideña tiritando. Caminando cual muñeco a cuerda. Hay una pérgola con un Santa Claus de carne y hueso y los niños se apuñalan por tener un minuto a solas con él. Una banda musicaliza la noche con lo que podrían ser villancicos, pero no se los aseguro. El frío no me deja escuchar.... Alrededor de la pérgola han construido una aldea de casita alpinas alemanas. Cada casita es un stand que ofrece diferentes golosinas.

Kristaps sale corriendo a hacer la cola del Glühwein, mientras Liliana va a la cola de la parrilla y yo a la de las salchichas.

Nos sumergimos en un Cabaret Culinario Germánico!
El Glühwein es vino tinto calentado con canela, clavo, almendras, pasas y azúcar. O así reza la receta en el stand. MA GIS TRAL.... Delicioso. ALUX-cinante!
Las salchichas alemanas GUE-ni-si-si-mas.
El brochet de pavo será muy navideño, pero demasiado saludable!
Kristaps se abalanzó sobre un menjunje de rebollo que definitivamente no es mi plato favorito de la noche... tuve que comerme unas papitas fritas para sacarme el sabor a rebollo.

Ya con el estomago lleno y calentitos del vino la vida te sonríe y las estrellas brillan calentándote. Luego de una segunda ronda de vino ya ni el viento sopla. Como dice el viejo refrán ‘No puede pensar bien, ni vivir bien, ni hacer el bien, quien no ha cenado bien’

Vamos a recorrer el resto de la feria y acabamos en la cola del tren fantasma. Yo no quería, que conste, pero me entero que la Unión Soviética no tuvo de estos lujos y Kristaps no sabe de que le hablamos. Lo hacemos por él! Con Lili le ayudamos a practicar risa macabra y gritos de horror antes de abordar. Nos meamos de risa.

Hay un tobogán gigante y un anillo de patinaje sobre hielo, pero las entradas están agotadas!

‘Por suerte’ dice Lili ‘A nuestra edad Ber, los huesos rotos tardan un montón en sanar!’

Y partimos esquivando un cardumen de agitados alemanes quienes portan sus propias botas de patinar sobre hielo. Vamos al abrigo del sofá de Banbury Court, a ver una peli.