El viaje de Rio a Paraty larguito. El auto zigzaguea sobre la cinta de asfalto pegada a la montaña que emerge del mar. Llovizna y sale el sol y vuelve a lloviznar. De repente una niebla de visibilidad cero invade la pista. Alrededor nuestro autos se materializan en la niebla. De la nada. Pielgallinezco. Sale el sol. Cielo azul. Los helechos crecen sin limite y los árboles se doblan bajo el peso de bromelias y orquídeas. Del otro lado el mar quiebra furioso contra las rocas.
‘Que soy espiritista... y Ud.?’ ‘Es que creo en la reencarnación... y Ud.?’ El chofer no se calla. Debe ser solitaria la vida de taxista, porque mirá que les EN CAN TA hablar....!
Tres horas después llegamos a la bahía de Ilha Grande y al pueblito de Paraty. Totalmente preservado en algún momento de la colonia portuguesa. Para-chi. Rodeado de montañas verdes que se elevan unos mil metros llenas de exuberante floresta tropical y magnificas cascadas de cristalina agua HE LA DA.
Estamos en una mini posada en el centro. En la palmera de la ventana de la habitación habitan dos monos Sagui. Automáticamente son adoptados y por el resto de la semana nos pasaremos trayendo comida desde el desayuno o cualquier otro lugar. Para Kristaps el relacionamiento con estos dos monitos de bolsillo es como Gorilas en la niebla!
Y nuevamente arrancamos con la pregunta de cómo estará la Gaviota que adoptamos en Londres. Un pájaro que viene a diario a desayunar con nosotros. Le gusta el pan, las galletitas, el queso, el atún, las sardinas, el salmón,... pero por ejemplo no come ni anchoas ni chocolates. OJO! No alarmarse con la dieta de ave, que apenas es alimentado con los restos de comidas que se guardan. Reciclaje orgánico que le dicen. No sabemos si es hombre o mujer. Macho o hembra... o como se defina el sexo de los animales... una vez alguien me dijo que hay que agarrar al emplumado bicho y sacudirlo... y si hace ruidito es macho! Pero en fin... volvamos al idílico oasis de Paraty...
‘Que soy espiritista... y Ud.?’ ‘Es que creo en la reencarnación... y Ud.?’ El chofer no se calla. Debe ser solitaria la vida de taxista, porque mirá que les EN CAN TA hablar....!
Tres horas después llegamos a la bahía de Ilha Grande y al pueblito de Paraty. Totalmente preservado en algún momento de la colonia portuguesa. Para-chi. Rodeado de montañas verdes que se elevan unos mil metros llenas de exuberante floresta tropical y magnificas cascadas de cristalina agua HE LA DA.
Y nuevamente arrancamos con la pregunta de cómo estará la Gaviota que adoptamos en Londres. Un pájaro que viene a diario a desayunar con nosotros. Le gusta el pan, las galletitas, el queso, el atún, las sardinas, el salmón,... pero por ejemplo no come ni anchoas ni chocolates. OJO! No alarmarse con la dieta de ave, que apenas es alimentado con los restos de comidas que se guardan. Reciclaje orgánico que le dicen. No sabemos si es hombre o mujer. Macho o hembra... o como se defina el sexo de los animales... una vez alguien me dijo que hay que agarrar al emplumado bicho y sacudirlo... y si hace ruidito es macho! Pero en fin... volvamos al idílico oasis de Paraty...
A la noche teatro de muñecos. La sala es minúscula. La audiencia se aprieta. La obra consiste en pequeños actos desempeñados en silencio en la oscuridad por titiriteros imperceptibles. Única animación: luces y música. Los muñecos son de madera pero se expresan como si tuvieran sentimientos de carne y hueso.
Las cortas obras son simpáticas, trágicas o semi-eróticas FAS CI NAN TE!
Vamos a barcito a tomar unos chops.
‘Y ud. que desea?’ le pregunta la moza a Kristaps.
‘Bom dia abacaxi!, Ipanema tudo bom!, Cerveja..?.’ El portugues de Kristaps re fluido! La moza me mira pidiendo traducción.
Al segundo día entierro al hombre-dinamo de las vacaciones. En su lugar me reencarno en el hombre devagar de Paraty. Como si hubiera nacido en este pueblito perdido en el tiempo donde todo, hasta la lluvia, se mueve en cámara lenta. Acabás contagiado con el lento ritmo de la ciudad. Una vida de no hacer nada... bueno, casi nada.
Recorremos las cachoeiras de los alrededores y nos bañamos en el agua helada de los arroyos del bosque. Una Skol por aquí y una Brahma por allá.
Tomamos los veleros que recorren la bahia de Ilha Grande y visitamos playas de agua transparente. Como dice el himno nacional brasilero... Deitado eternamente em berço esplêndido,... Ao som do mar e à luz do céu profundo,...Fulguras, ó Brasil, florão da América,...Iluminado ao sol do Novo Mundo!
Las cortas obras son simpáticas, trágicas o semi-eróticas FAS CI NAN TE!
Vamos a barcito a tomar unos chops.
‘Y ud. que desea?’ le pregunta la moza a Kristaps.
‘Bom dia abacaxi!, Ipanema tudo bom!, Cerveja..?.’ El portugues de Kristaps re fluido! La moza me mira pidiendo traducción.
Al segundo día entierro al hombre-dinamo de las vacaciones. En su lugar me reencarno en el hombre devagar de Paraty. Como si hubiera nacido en este pueblito perdido en el tiempo donde todo, hasta la lluvia, se mueve en cámara lenta. Acabás contagiado con el lento ritmo de la ciudad. Una vida de no hacer nada... bueno, casi nada.
Recorremos las cachoeiras de los alrededores y nos bañamos en el agua helada de los arroyos del bosque. Una Skol por aquí y una Brahma por allá.
Tomamos los veleros que recorren la bahia de Ilha Grande y visitamos playas de agua transparente. Como dice el himno nacional brasilero... Deitado eternamente em berço esplêndido,... Ao som do mar e à luz do céu profundo,...Fulguras, ó Brasil, florão da América,...Iluminado ao sol do Novo Mundo!
Los cabellos maravillosos al viento. La piel sedosa. Que MA RA VI LLA el agua de este país! No como el agua de Londres que te transforma el cabello en residuo químico y la piel en cuero curtido!
El ultimo día nos topetamos con un arpista y me emociono. Lagrimas de quien no quiere partir.
No sentamos a beber de sus música – y pedimos chopp también!
‘Que hacemos hoy, que es nuestra ultima noche en Brasil?’ pregunta Kristaps
‘Dejemos que la próxima cervecita decida!’ Respondo con un suspiro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario